Apenas
unas horas son suficientes para empaparse de la animada y cosmopolita capital
irlandesa. Una ciudad en la que cultura y cerveza crean una deliciosa e inolvidable
mezcla.
Dos días
son suficientes para enamorarte de la estilosa capital de Suecia. Fácil de
visitar y hermosa desde cualquier punto. Un pintoresco recorrido que comienza
en el casco histórico y termina en el imponente Palacio de Drottningholm. Un
tesoro a los ojos de todo el mundo.